La fruta deshidratada concentra sus nutrientes y proporciona 3 o 4 veces más energía que fresca.
Son muy populares:
CIRUELAS- Por sus propiedades laxantes debido a su alto contenido en mucílagos, fibra y otras sustancias estimulantes de los movimientos intestinales. Contienen hierro, vitamina B1 y diversos minerales, y son muy usadas en la cocina en la preparación de platos diversos, como carnes, pollo, etc., donde aportan su agradable sabor frutal.
Se encuentran en el comercio con y sin hueso.
DÁTILES- Propios de la cultura árabe, los frutos de la palmera son ideales en las dietas de los estudiantes por que activan la capacidad de concentración y la agilidad mental, y sin embargo, si se toman 5 dátiles antes de acostarse, ayudan a dormir.
Son fuente de vitamina B5, magnesio, calcio y otros minerales. Se pueden tomar entre horas con muesli, requesón, etc.
OREJONES- Son los albaricoques desecados, con un dulzor que no empalaga y un bonito color anaranjado. Tienen una elevada cantidad de betacarotenos y potasio, lo que los hace muy adecuados para los hipertensos y útiles para aumentar las defensas y combatir los problemas de piel. También son suavemente laxantes y se pueden consumir tal cual o remojados en algún líquido u infusión. Crudos se pueden añadir a ensaladas de frutas, yogurt, etc. y también resultan un buen acompañamiento en asados de aves.
PASAS- Se encuentran varias clases, las más aromáticas son las de Málaga, grandes y dulces con el inconvenientes de sus pepitas. Las sultanas y las de Corinto son pequeñas, sin semillas y se usan en repostería. Todas contienen abundantes azúcares de fácil asimilación, además de calcio y hierro. Combinan bien con espinacas, pescados, quesos y recetas dulces.
ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA DIETÉTICA Y SALUD Nº 109
